El miércoles 5 de mayo reiniciamos nuestras labores
capitulares después de un día de descanso. Habiendo elegido el escenario del
ecosistema, iniciamos un nuevo bloque de trabajo, ahora con el objetivo de
definir y proyectar el escenario elegido.
Los PP. José Horacio Guillén y José Bastarrachea nos
presentaron una visión consolidada de la situación económica de las cuatro
jurisdicciones. Fue un ejercicio de transparencia, de toma de conciencia que
invitó a la corresponsabilidad. La información fue muy amplia y nos permitió
sentir los retos que este tema económico nos presenta. Constatamos cómo la
pandemia también nos ha golpeado en este aspecto. También coincidimos sobre la
importancia de realizar estos ejercicios de transparencia. Tenemos el reto de
seguir avanzando en mayor corresponsabilidad y compromiso para hacer que
nuestra gestión económica como Congregación y como Provincias esté movida por
los criterios de nuestra Vida Religiosa. Al final de las participaciones una
voz joven compartió. “Es importante no sólo cuidar nuestros recursos sino
lograr una vida cada vez más sencilla”.
El resto de la mañana tuvimos un tiempo personal para
estudiar los informes de evaluación de este periodo de gobierno y entresacamos
aprendizajes y retos. Se trabajó lo relativo al tema económico, programa de gastos médicos, la procuraduría de Roma, la secretaría y el archivo general, la
relación con otras instancias eclesiales y sociales y los pasos dados en torno
al protocolo de protección a menores; las causas de canonización y la instancia
de difusión e investigación del carisma. Constatamos los pasos que en este
quinquenio se han dado en la línea y más allá de lo pedido por el XVI Capítulo
General. Hacia adelante se nos presenta el enorme reto de configurar un
gobierno general que siga tejiendo la unidad en la diversidad desde el
escenario por provincias que elegimos.
Todo ecosistema es una realidad compleja donde muy diversos
organismos se alimentan de un mismo hábitat. Este hábitat es nutrido por todos
y a la vez favorece la vida de cada una de las partes. Todo esto en un
equilibrio dinámico entre el todo y las partes. La tarea del jueves 6 fue la de
preparar las decisiones que puedan fortalecer este hábitat congregacional,
dotando al Consejo General de atribuciones definidas, claras y suficientes de
modo que pueda favorecer ese hábitat congregacional. La tarea de tejer la
unidad en la diversidad ha de realizarse en un hilado fino a través de
propuestas que no queden en meros deseos, sino que definan con claridad lo que
deseamos que sea la misión del Gobierno General.
Por: P. Pablo Héctor González, MSpS
Continuamos en Oración, de la mano de María dóciles al Espíritu Santo 🙏🏻
ResponderEliminarCon mi oración y felicitacion p. Loyola. El Señor bendiga su nueva misión.
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