Inician los Trabajos Capitulares

 


El día de hoy 30 de abril, al haber concluido los Ejercicios Espirituales el día de ayer, nuestros hermanos Capitulares se dispusieron a entrar en materia con los trabajos de esta segunda etapa de nuestro XVII Capítulo General. 


Se inició con una oración en la cual tuvimos muy presentes a Nuestros Padres en el Espíritu Concepción y Félix de Jesús. El P. José Luis Loyola, quien preside el Capítulo nos compartió el siguiente mensaje de apertura:

Queridos hermanos:

Como lo decíamos al inicio de estos días de llegada y disposición, es importante reconocer el enorme valor que supone la celebración de un Capítulo General. Nos ofrece la posibilidad para reunirnos y entregarnos, sin otra tarea que lo impida, al discernimiento espiritual, comunitario y sinodal para reflexionar y buscar respuestas para nuestra vida y misión. Y lo hacemos después de haber llevado a cabo la primera etapa y la consulta a todos nuestros hermanos. Experiencia que, aún en su diversidad y alcance, ha sido un eco e impulso del Espíritu para seguir construyendo el nosotros congregacional en un ambiente de comunión y sinodalidad, porque Dios ya nos ha ido diciendo lo que desea de nosotros. Lo que toca es buscar cómo llevarlo a cabo más allá de la lógica de la contradicción personal, comunitaria, institucional, social.

Sin embargo, como hemos ido cayendo en cuenta y verbalizando de distintas maneras en estos días de disposición interior, a pesar de que han transcurrido pocos meses desde el final de la primera etapa, nos sentimos atravesados por un sentimiento de profunda vulnerabilidad que de distintas formas nos está trastocando en nuestras vidas personales, comunitarias, familiares, congregacionales. Al igual que nuestra humanidad herida, también nos vemos navegando en tiempos complejos, difíciles y dolorosos para nuestra familia religiosa. Sentimiento y vivencia que se ha agudizado en estos meses de manera especial por el doloroso fallecimiento de hermanos por causa del Covid: Daniel, Beto, Juan José, Romito, Héctor, Máximo, Gilberto, Gabriel, Víctor, René. De igual manera, hemos sido testigos del dolor por las pérdidas de seres queridos en nuestras familias y conocidos; en la familia de la Cruz y en los agentes de pastoral y sus familias; y en tantas personas con las que compartimos el camino de la vida. Con todo ello, las problemáticas sociales y los riesgos globales que acompañan a la pandemia como son la crisis financiera, desempleo, polarización política, violencia, racismos, crisis climática, pobreza extrema van saliendo a la luz de manera más contundente y sórdidamente en el acontecer local y global. Como Cova nos recordaba con el verso de Borges, “si de algo somos ricos en este tiempo es de perplejidades y no de certezas”. 


Es en este contexto donde nuevamente nos reunimos: para reconocer y nombrar la presencia de Dios en el caminar de nuestra familia religiosa y ser testigos de esta Vida y esta Luz aun en medio de esta vulnerabilidad; para dialogar y junto con el Espíritu reconocer la presencia de Dios que sigue actuando en nuestro tiempo; y para que en el Aliento divino discernamos y decidamos los pasos que como Congregación creemos debemos dar. Porvenir que hay que recorrer desde la fe, como nos lo dejó ver Nuestro Padre. Porvenir que no se centra en una esperanza irreal y puramente optimista, sino en la certeza de que este camino nos da sentido y nos llama a construirlo juntos. Porque como lo decíamos en la apertura de la primera etapa, “Dios sigue derramando en la humanidad semillas de bien” y creemos que, a pesar de su límite y sencillez nuestro carisma y espiritualidad, nuestras comunidades y su misión apostólica compartida con hermanas y hermanos, son semillas de bien que desean seguir fructificando en el campo de la Iglesia y de la sociedad actual. 

Nuevamente pedimos al Espíritu que, haciéndonos una voz unida a la del P. Félix, se haga vida nuestro lema capitular: “Pour Construire”, al impulso del Espíritu, sigamos construyendo la Congregación para responder al mundo y la Iglesia de hoy.

Que como hemos escuchado y profundizado en estos días de disposición, favorezcamos un clima de fe y búsqueda de la voluntad de Dios, que nos permita hacer de nuestro Capítulo un cenáculo de Pentecostés, donde por la acción del Espíritu podamos hablar una misma lengua. 

    1. Para escuchar y mirar el mundo de Dios con todo lo que hay de belleza, esperanza y hondura, pero también con todos sus clamores y desafíos que se nos muestran en tantas situaciones de sufrimiento. Recordemos que los retos del mundo son los retos del Espíritu, por lo tanto, son los retos de los Misioneros del Espíritu Santo. 
    2. P. Stefano
      Para escuchar y mirar nuestra realidad de Misioneros en su conjunto, priorizando la mirada de un nosotros, donde lo diverso y plural sean los hilos que nos permitan tejer, aún en su complejidad, nuestra unidad congregacional. 
    3. Para escuchar y mirar nuestro interior, porque en lo profundo de cada uno está el fuego de Dios, la voz de la Vida que nos habita y nos despierta para vivir con pasión nuestra hermosa vocación.
    4. En definitiva, para dialogar y decidir con la osadía y la libertad del Espíritu caminos que desde la complejidad presente nos abran a la creatividad engendradora de Dios que hace nuevas todas las cosas (Ap 21,5). 

En este camino nos sabemos herederos y en compañía de nuestras raíces carismáticas: Nuestra Madre, Beata Concepción Cabrera, Nuestro Padre Félix de Jesús y de nuestro protector y primer misionero Mons. Ramón Ibarra. Por ello, enraizados en nuestra memoria carismática, nos ponemos nuevamente en marcha para esta segunda y última etapa de nuestro XVII CG. 

De esta manera, siendo conscientes de que Nuestros Padres sobreviven en nosotros, hagamos nuestro el clamor que dio origen a nuestra familia congregacional y carismática, y con ello declaremos abiertos los trabajos de esta segunda etapa de nuestro XVII Capítulo General. 

Jesús Salvador de los Hombres, ¡Sálvalos!

Al finalizar este momento de apertura, nuestros hermanos se dirigieron al aula capitular para tomar acuerdos y así tener un buen funcionamiento durante el Capítulo. Ya por la tarde, iniciaron los trabajos por comisiones en las que compartieron los siguientes puntos en torno a la inter etapa en la cual se consultó a todos los Misioneros del Espíritu Santo:


  •  ¿Cuál fue mi experiencia personal en la consulta? 
  • ¿Cuál fue el ambiente que sentí en las comunidades?  
  • ¿Qué cosas fueron las que más escuché en la consulta? 
Al finalizar el trabajo se compartieron los resultados en la asamblea plenaria y posteriormente se presentaron en la celebración eucarística como el resultado del trabajo del día. 

PP. Bucki y José

Seguimos encomendándonos a sus oraciones para los siguientes días de trabajo capitular. 


Comentarios

  1. Los seguimos apoyando con nuestra oración y sacrificio. Por ellos!

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  2. Muy queridos hermanos Unidos en oración los acompañamos en esta segunda etapa, que el Espíritu Santo derrame sus gracias y los ilumine en sus trabajos y decisiones y por las manos de María ofrecemos y nos ofrecemos por ustedes que todo sea para gloria De Dios, bien de la Obra y la Iglesia. Saludos desde Monterrey, Jesús Salvador de los hombres Sálvalos Sálvalos

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  3. Es cierto lo que se dice en esta apertura de trabajos, pero me parece a mi que es igualmente importante hacer explícito lo que quizá se sobreentiende: vivimos en tiempos maravillosos, llenos de esperanza, no solo esperanza que ve lo que aún no se manifiesta sino una esperanza ya confirmada en lo que podemos ver: un tiempo en el que el Espíritu se está manifestando con claridad y creatividad en sectores cada vez más amplios de la comunidad humana al grado que podemos sin duda decir que los tiempos anunciados del reinado del Espíritu Santo, son precisamente los que ya estamos viviendo. Si acaso, habrá que limpiar nuestro ojos, a veces demasiado acostumbrados a ver los dolores y sufrimientos humanos que siempre serán menos reales que la promesa del Espíritu que se manifiesta un poco por todas partes ya, en formas siempre nuevas. Deseo que esta nueva etapa del Capítulo sea una renovación interior en respuesta al Espíritu que renueva ya nuestro mundo con un brillo no visto antes, como un amanecer lleno de promesa y que es ya un nuevo día.

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  4. El Espíritu Santo los siga iluminando y fortaleciendo para la toma de las mejores decisiones que los ayuden como Congregacion para que sigan siendo guia de los laicos, sobre todo en el Apostolado de la Cruz, los seguimos necesitando. Cuidense.
    Animo firmae, Viva la Cruz!!

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  5. Mantenerse fieles a la MISIÓN, en estos tiempos en que la vida clama, para seguir anunciando a Jesús Salvador de los Hombres.

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  6. Gracias por compartir con nosotros lo que en estos momentos están viviendo, que será de gran valor para toda la comunidad de la Cruz, están en nuestras oraciones, que el Espíritu Santo los ilumine!!

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  7. Hi Brothers, Good morning! We hope and pray this time of reflection and discernment is a gift for you to eventually pass on to the rest of the world! May the Holy Spirit work wonders during this important step of our Congregation. Know and be assured of our prayers for you. Conchita and Felix, pray for us!

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  8. Seguimos acompañándolos con nuestras oraciones, Aurora messt

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